lunes, 30 de abril de 2012

EN la madrugada, me llega otro regalo de Juan Millán. Realmente me siento conmovido y muy extrañado de este retorno de El huerto deseado.

So fest wie ein in Gedanken gezogener Strich
so erfinden dich meine Erinnerungen:
völlig umgerissen von den Schwindel
von einen verödeten Horizont,
von einen Anblick der geronnenen Marschen.
In den Hospiz
eines Jungens ohne Spalten oder Jammern,
hielst du den Ozean fest in seinen Händen
- Gerippe Geäst -,
und versahst ihn mit einer vollkömmlichen
Vortäuschung des Meeres.

***

[Tan firme como un trazo imaginario
así te inventan mis recuerdos:
volcada toda en la impostura
de un horizonte paramero,
de un mirar de marismas coaguladas.
En el hospicio
de un niño sin fisuras ni lamentos,
detuviste el océano en sus manos
–ramajes de esqueleto–,
y lo dotaste de absoluto
fingimiento marino].