lunes, 20 de febrero de 2012


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Qué dulzura este ir cerrándose a todo
para poderse abrir y comprenderlo todo.

Abrirse y cerrarse, luces y sombras, contrastes y claroscuros, la luz en lo blanco de la noche, la noche en lo blanco de los astros. Son versos de AC, Desiertos de la luz. Esa es la conciencia de la luz y de las sombras: la morada de la luz interior que vive en la oscuridad y que lo alumbra todo desde la nada.